miércoles, 9 de enero de 2008

09/01/08 Ser eficiente y eficaz


La teoría de la producción analiza la forma en que el empresario combina varios insumos para producir una cantidad estipulada de un determinado producto en una forma económicamente eficiente.
Toda sociedad tiene que organizar de algún modo el proceso productivo para resolver adecuadamente los problemas económicos fundamentales. Pero independientemente de la organización que se adopte, hay ciertos principios económicos universales que rigen el proceso productivo.
La producción de bienes y servicios está condicionada por ciertas leyes o principios generales que tiene que tomar en consideración el empresario si desea lograr el uso más eficaz de los recursos económicos de los que dispone; es decir, lograr el máximo beneficio con el mínimo coste al que esto sea posible.
Los principios que regulan la actividad económica son:
1. Principio de la Escasez:
El concepto escasez es aplicable a aquellas cosas que son útiles y se refiere a una determinada relación entre los medios (recursos económicos de los que disponemos) y los fines (las necesidades que se van a satisfacer)
2. Ley de los Rendimientos Decrecientes:
La ley de rendimientos decrecientes, describe las limitaciones al crecimiento de la producción cuando, bajo determinadas técnicas de producción aplicamos cantidades variables de un factor o una cantidad fija de los demás factores de la producción
3. Principio de Eficacia Económica:
Un empresario tratará siempre de combinar los factores de producción de forma que le permita producir con el máximo de eficacia económica. La combinación más eficaz de los factores de producción será siempre aquella que le permita producir una unidad de producto al coste más bajo.
Para lograr el nivel de máxima eficacia dependerá del uso de los factores de producción dentro de los límites de la capacidad productiva de la empresa. Un empresario ha logrado el nivel óptimo de producción cuando combina los factores de producción de tal forma que el coste de producir una unidad del producto resulta ser el más bajo posible.
"El verdadero precio de todas las cosas, lo que todas las cosas cuestan realmente al hombre que quiere adquirirlas, es el esfuerzo y la molestia que supone adquirirlas." Adam Smith

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